Ya ha empezado la Transat Québec Saint-Malo, la última travesía transatlantica para el Class40 IBSA

La 10ª edición de la Transat Québec Saint-Malo empezó el domingo 30 de junio a las 14:15, hora local (20:15 en Europa) desde Québec, Canada. Esta es la última vez que proyecto Sailing into the Future. Together cruzará el Átlantico.

La regata está de vuelta después de ocho años; la edición programada para 2020 fue cancelada debido al COVID, y los navegantes oceánicos han estado esperando ansiosamente este momento. El patrón Alberto Bona, junto con el español Pablo Santurde del Arco y el italiano Luca Rosetti, enfrentarán una verdadera prueba de madurez: una regata con tripulación en las frías aguas del Norte, partiendo desde el río San Lorenzo.

CUATRO RETOS EN UNO

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Una sola regata, pero cuatro retos muy diferentes entre sí. La Transat Québec Saint-Malo en la empieza como una regata fluvial. Las embarcaciones recorrerán unas 300 millas náuticas a lo largo del río San Lorenzo. Luego llegarán al estuario y al área de Terranova antes de cruzar el Océano Atlántico a elevadas latitudes, en busca de la mejor ruta para “aterrizar” en Europa. Al entrar en el Canal de la Mancha, cruzarán la línea de meta ubicada frente a Saint-Malo en Bretaña, lugar en el que, en 2022, empezó el proyecto Sailing into the Future. Together, con la salida de la Route du Rhum, la primera de las regatas transoceánicas de Alberto Bona en el Class40 IBSA.

“Será una regata difícil”, explicó Alberto Bona antes de la partida. “Una prueba en la que no podremos perder la concentración, ya que navegar a lo largo del río es una novedad para todos nosotros, al igual que competir en el Atlántico a estas latitudes. Conocemos bien la parte oriental del Océano, pero ya hemos visto en el pasado cómo llegar al Canal de la Mancha desde el Oeste oculta muchas trampas y requiere especial atención precisamente en la fase final de la prueba, cuando estamos más cansados”.

UN COMIENZO DESAFIANTE

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La Transat Québec Saint-Malo ha reservado sorpresas desde el principio: a pocos minutos del inicio, se abatieron sobre la flota fuertes ráfagas de viento, lluvia y granizo. Sin embargo, las tripulaciones no se dejaron sorprender y tomaron de inmediato la ruta correcta, navegando lado a lado a lo largo de la parte más estrecha del río, lo que les obligó a realizar numerosas maniobras.

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El Class40 IBSA al inicio se posicionó entre las primeras diez posiciones, manteniéndose en el lado derecho de la regata, buscando realizar el menor número de maniobras posibles en comparación con otros equipos. A dos horas de la partida, Alberto Bona y su equipo avanzaron hasta el tercer lugar, enfrentando las ráfagas de viento, conscientes de que cada décima de milla ganada debía ser defendida con determinación. Las primeras 140 millas y las primeras horas de navegación son cruciales, ya que salir bien del río San Lorenzo garantizará una ventaja en el acercamiento al Océano Atlántico.

EL ATLÁNTICO Y LA LLEGADA A SAINT-MALO, DONDE TODO COMENZÓ

Una vez llegados al Atlántico, las aproximadamente 2,400 millas de océano (que se suman a unas 500 entre río, estuario y Canal de la Mancha) se recorrerán con viento a favor, y - si las previsiones meteorológicas son las típicas de la temporada - las embarcaciones serán impulsadas por un fuerte viento que hará la travesía desafiante pero extremadamente emocionante. La llegada está prevista en la ciudad bretona de Saint-Malo en Francia, en el mismo lugar donde todo comenzó en 2022.

"Así se cierra un hermoso círculo", comenta Antonio Melli, Vicepresidente de IBSA, presente en la salida. "Este maravilloso deporte, donde entre los participantes hay respeto, amistad y un propósito compartido, nos ha permitido expresar toda la pasión, el compromiso y la sensibilidad que nos representan. En estas tres temporadas hemos llevado a IBSA al mundo de la vela, pero también hemos llevado la vela al mundo de IBSA, contando una historia que nos ha unido en nombre del deporte y la sostenibilidad. Un recorrido realmente virtuoso, en el que nos encontramos animando a un punto en el océano, un pequeño barco que ha sabido vencer grandes desafíos".

PREVISIONES Y RUTAS

Según la información elaborada por los navegantes, se necesitarán aproximadamente doce días para recorrer las cerca de 3,000 millas del recorrido: cuatro días en el río, siete en el océano y aproximadamente un día para enfrentar las corrientes en el Canal de la Mancha, donde los navegantes oceánicos juegan "en casa", conociendo muy bien esos tramos de mar. La llegada no será sencilla, y las últimas millas podrían alterar la clasificación, perjudicando a quienes cometan errores de ruta al enfrentar las temibles corrientes y mareas a lo largo de la costa bretona.